lunes, 25 de agosto de 2008

Las palabras mágicas


-¡De verdad que no lo puedo creer!
-¡Cómo rayos hizo eso!
En su tono había credulidad total por lo recién visto, cosa que a mí me pareció un buen truco, pero que aparezca una paloma de la nada, no me pareció cierta; así que no le tomé mayor importancia y seguí andando hacia la casa.
Al llegar percibí un olor que sin duda era de la comida, pero no pude saber que sería. Puse los encargos en el comedor y me dirigí al sofá en el cual me recosté; pero casi al instante mi madre me gritó
-¡Quita las cosas de la mesa que ya vamos a comer!
-Pero si mi hermana todavía no llega- contesté
No escuché respuesta, señal de que tenía que hacerlo sin decir más.
Con las bolsas en las manos y en la puerta de la cocina me dirigí en tono sarcástico a mi mamá
-¿En dónde dejo tus encargos, mami?
Ella notó el tonito y contestó de una forma que no esperaba
-Acomoda cada cosa en su lugar, hijito
Sólo me quedó reír ante la astucia de su repuesta.
Ya guardado lo del refrigerador y acomodando las últimas latas en la despensa sonaron golpes en la puerta
-¿Quién?- gritó mamá
-Yo
Con esa respuesta reconocí a mi hermana.
Cuando hube realizado la encomienda caminé hacia el fregadero a lavarme las manos. Con éstas ya limpias seguí hasta el comedor en el cual ya se encontraba mi hermana con su plato con comida, el cual todavía está intacto, y en otro está otro que seguramente es el mío. Me siento ahí. Mamá llegó casi al instante. Comenzamos a comer.
-¿Qué tal te fue en la escuela hoy? -preguntó mamá
-Mmm... Pues como siempre- respondió mi hermana- pero cuando venía y pasé por el centro comercial había un mago y me quedé a verlo
-¿Te gustó?- intervení
-Claro, es muy bueno, y sobre todo para aparecer una paloma.
Preferí no seguir hablando del tema y mejor seguí comiendo.
-Me das una tortilla- me dijo me hermana
Dejé la cuchara y estiraba el brazo para alcanzarla cuando nuestra madre dijo
-¿Cómo se dice?
Mi hermana y yo nos miramos con extrañeza al no entender a lo que se quería referir. Ella lo notó.
-Sí, ¿Cómo se piden las cosas, las palabras mágicas?
-Abra cadabra- contestó mi hermana.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey, gracias por leerme y visitarme y no comentar nada... y gracias después por comentar, bienvenido al mundo de los blogs...

Fer

Anónimo dijo...

Abracadabra, jaja esta bueno decir eso en vez de la palabra mágica " por favor" como no te leí antes me hubieras sacado de un gran problema con tal solo decir abracadabra. Me gustó tu blog

Inés Villarreal dijo...

Sinceramente, se me antojaron las tortillas. Yo vivo casi de tortillas. Debería hacer una oda a la tortilla, ah creo que ya hay una. Bueno te mando saludos Jochué.

-Inés Intelectual Caótica